La web se ha transformado significativamente en los últimos años y se ha convertido en una de las herramientas de trabajo más utilizadas en la actualidad. Sin embargo, a medida que las organizaciones adoptan modelos de trabajo híbridos y operaciones basadas en la nube, proteger esta herramienta de trabajo ha resultado ser un desafío. Las infraestructuras de seguridad no han evolucionado tan rápido como el navegador, lo que las hace propensas a los ciberataques. Dado que los navegadores son la puerta de entrada principal a Internet, cualquier falla de seguridad puede generar amplias oportunidades de violaciones de datos importantes e interrupciones operativas. Comprender los riesgos e implementar medidas de seguridad sólidas es crucial para salvaguardar el trabajo que hacemos hoy.
Aunque aproximadamente entre el 85 y el 100 % de la jornada laboral promedio se realiza a través de navegadores web, muchas empresas carecen de la seguridad necesaria para abordar las amenazas que pueden originarse allí. Una encuesta reciente de Palo Alto Networks descubrió que el 95 % de los encuestados experimentó ataques basados en navegadores durante el último año, incluidos robos de cuentas y extensiones maliciosas. Este problema es particularmente preocupante dado que las empresas actualmente utilizan un promedio de alrededor de 370 aplicaciones web y SaaS, y se espera un aumento del 50 % en el uso de aplicaciones durante los próximos dos años. ¿Puede adivinar cómo se accede a estas aplicaciones de trabajo? A través de navegadores web vulnerables de nivel de consumidor.
Navegadores y aplicaciones vulnerables en las empresas son asombrosas, e incluyen pérdidas financieras y daños a la reputación. Por ejemplo, la apropiación de cuentas puede dar lugar a un acceso no autorizado a información confidencial, lo que permite a los atacantes robar datos tanto de la organización como de sus clientes. Las extensiones de navegador maliciosas pueden introducir malware, extraer datos o crear puertas traseras para futuros ataques. Las violaciones de datos pueden dar lugar a multas regulatorias, una pérdida de confianza de los clientes y gastos sustanciales relacionados con la reparación y la recuperación.
A medida que estas amenazas se vuelven más avanzadas, el daño potencial a las empresas aumenta, lo que hace necesarias medidas de seguridad más sofisticadas y completas. Para abordar adecuadamente este tipo de amenazas, es fundamental adoptar un enfoque proactivo, garantizando que los problemas potenciales se resuelvan antes de que una red se vea comprometida.Desafíos que presentan los dispositivos personales
La transición a un modelo de trabajo híbrido ha dado lugar a un uso extensivo de dispositivos personales para acceder a las aplicaciones corporativas. Casi el 90% de las organizaciones permiten a los empleados acceder a las aplicaciones y los datos corporativos desde sus dispositivos sin tener en cuenta activamente las consecuencias. Estos dispositivos personales a menudo carecen de los rigurosos controles de seguridad que se encuentran en los dispositivos corporativos, lo que los convierte en objetivos atractivos para los ciberataques.
Tradicionalmente, la respuesta era forzar la implementación de infraestructura de escritorios virtuales (VDI) a estos trabajadores, o eliminar el problema por completo enviando computadoras portátiles administradas corporativas a cada empleado y contratista a nivel mundial. Ambas soluciones pueden ser costosas y difíciles de administrar incluso para las organizaciones pequeñas, y más aún para las más grandes. Las computadoras portátiles administradas, en particular, suelen generar un largo tiempo de incorporación, así como dificultades de desvinculación cuando la organización necesita recuperar la computadora portátil. Ambas soluciones comprometen la experiencia del usuario y dejan a las organizaciones en riesgo, ya que no admiten el acceso con privilegios mínimos.
Una solución más eficaz para abordar los dispositivos no administrados implica la implementación de un marco de servicio de acceso seguro en el borde (SASE). Esto mejora la seguridad al garantizar el acceso remoto seguro a datos y aplicaciones confidenciales, lo que protege la red de la organización contra el acceso no autorizado. Para abordar los problemas de seguridad con el trabajo basado en la web directamente, un navegador empresarial nativo de SASE permite la detección y prevención de amenazas en tiempo real. Esto también extiende la seguridad de SASE a los dispositivos no administrados. La inteligencia avanzada contra amenazas y los algoritmos de aprendizaje automático detectan anomalías, intentos de phishing, cargas y descargas de archivos maliciosos y fugas de datos.